quarta-feira, 3 de abril de 2013

MOVE SESC BELENCINHO




Desde el 9 al 19 de marzo de 2013, tuvimos el privilegio de visitar en el SESC Belencinho de Sao Paulo la feria MOVE; una particular experiencia que juntó arte gráfico y moda, ofreciendo a los visitantes una aventura muy bien ideada y realizada.

Directamente desde el Moma, Museo de Arte Moderno de Nueva York, esta muestra llegó al SESC Belencinho, dejando al público paulista completamente fascinado.






Las diferentes propuestas estuvieron enfocadas exclusivamente a la interacción con los visitantes, que podían; desde jugar a ser modelos en una pasarela virtual, hasta confeccionar su propia ropa, o tomar una ducha de tinta de colores para ser fotografiados.


                                              






Las distintas instalaciones fueron:
Graficouture, Banzai Estudio y Pedro Lourenço.
The Big Picture (La gran figura) Ricardo de Castro y Dudu bertholini.
Splash (Chapuzón) Olaf Breuning y Cinthia Rowley.
Pose, Ryan Mcnamara, Diane Von Furstenberg y Oskar Metsavaht.
Looks, Rob Pruitt e Marcs Jacobs.
Ligatura, Maurício Ianês y Alexandre Herchcovitch.
Kalos, Vik Muniz y Francisco Costa.
Pé de Jeans,Petter Coffin e Ellus.















Graficouture. En esta propuesta, el público podía asistir a los artistas del grafiti pintando inmensas telas en blanco, que se tornaban la materia prima para que los propios visitantes confeccionaran sus prendas diseñadas por el estilista Pedro Lorenço. Luego de confeccionarlas, los participantes podían llevarse sus prendas gratuitamente.











The Big Picture. El artista Ricardo Castro y el estilista Dudu Bertholini se apoderaron de la plaza del SESC Belencinho. El estilista diseñóamplias túnicas coloridas, que el público podía vestir y luego pegar distintos adhesivos con formas y colores diferentes, diseñados por el artista,  en una madera gigante. El público podía esparcir colores por la gran composición a la vez que formaban parte del colorido con sus atuendos, lo que resultaba un mosaico viviente muy interesante.













Splash. Sin duda esta fue una de las propuestas más extravagantes. Se trata de un proceso doble de creación. El público podía vestir ropa diseñada por la estilista y luego tomaba una ducha de tinta que era registrada por un fotógrafo. El resultado fue una línea de ropa con estampas exuberantes y una exhibición del proceso creativo.






















Pose. Los artistas y estilistas proponen invertir el flujo de la moda. En lugar de colocar estampas en las personas el artista coloca personas en las estampas. El público era fotografiado en poses coordinadas por asistentes de moda, con ropas seleccionadas por los estilistas, y al final del día el artista agregaba las fotos a una red de estampas que crecía gradualmente a lo largo de la muestra.





Looks. Esta muestra inserta al público directamente en el mundo de la moda y las pasarelas. El artista Rob Pruitt y el estilista Marc Jacobs crearon una pasarela virtual donde el público podía desfilar mientras era filmado y luego podía verse sobrepuesto en unas pantallas de cine, en un verdadero desfile de moda.







Ligatura. El estilista Alexandre Herchcovitch y el artista plástico Maurício Ianês proponen una acción junto al público en un debate sobre las relaciones de poder ligadas a la moda, el impacto de unos individuos sobre otros y el uso de la vestimenta como forma de lenguaje y comunicación.



ALEXANDRE HERCHCOVITCH


Kalos. Es un espectáculo que une arte moda y tecnología de forma armoniosa y espléndida.  Mientras en la piscina abierta se podía asistir a una performance acuática de movimiento, color  y forma, esta se podía ver simultáneamente en una pantalla gigante sobre el piso de vidrio con efectos caleidoscópicos. La realidad se redimensionaba en la percepción del público, en esa interesante amalgama de arte y moda.












Pé de Jeans. Los artistas recorrieron la ciudad de Sao Paulo vistiendo con pantalones de jeans los troncos de árboles escogidos en distintos puntos. Esta instalación personificó el espíritu de la muestra MOVE, provocando el debate sobre la manera como el arte y la moda afectan al mundo en que habitamos.







... Y como si esto fuera poco, se pudieron presenciar interesantes paneles de debate.

El Arte Como Inspiración en la Moda. ( Pamela Golbin, Cynthia Rowley, Dudu Bertholini, y Dudu de Castro)

Sinergia Creativa. Artistas y estilistas creando juntos. (Cecilia Dean, Ryan Mcnamara, David Colman).


     
                                                                                          By Juan Casas








quinta-feira, 21 de março de 2013

UN POCO DE HISTORIA


Como decía Oscar Wilde ... “No hay nadie tan superficial como el que no se fija en las apariencias.”

Al Comienzo del S XX quienes dictaban la moda eran las “Maisons Parisienses”.

La casa más prestigiosa era la del inglés Charles Frederick Worth  fundada a mitad del S XIX que vistió a las más altas esferas de la sociedad. 
Sus clientas eran de la realeza, la aristocracia, las mujeres más ricas, las bellezas más famosas y las celebridades ocasionales del mundo de la moda.



FREDERICK WORTH (1825-1895)



 







 








 







 








Quienes no podían pagar los desorbitantes precios de la “House Worth” frecuentaba otros grandes costureros como Jacque Doucet, Doeuillet, Laferrière, Jeanne Paquin, o las hermanas Callot.
Costureras selectas de San Petesburgo y Londres proveían vestidos para la corte y las ceremonias mientras que empresas británicas con filiales en París como Redfern y Creed, ofrecían lo más alto en ropa  a medida, lo que era muy importante en el vestuario femenino de esa época.
La “hi society” americana hacía viajes transatlánticos para comprarse ropa en Europa, enriqueciendo a las casas de alta costura y a los empobrecidos aristócratas europeos con quienes se casaban a cambio de títulos y posición.




HERMANAS CALLOT











 




JEANNE PAQUIN
















 




La “Season” (estación o temporada) gobernaba a la alta sociedad, que tenía una frenética agenda de eventos sociales al comenzar el verano. Esto exigía un amplio vestuario y un gran número de joyas para cada ocasión.
Los vestidos de noche en seda, satén o terciopelo,  dejaban hombros desnudos, los brazos se cubrían con guantes largos de cabritilla, y los escotes eran sumamente pronunciados para lucir las joyas.
Durante el día los vestidos a medida estaban cubiertos de adornos y se acompañaban con un sinfín de accesorios, gorros y sombrillas. Los vestidos simples, blusas y faldas de verano, eran de tejidos suaves, naturales, como algodón o lino, aunque no faltaba el bordado inglés en los acabados o encajes.



JACQUES DOUCET


 








 












GEORGES DOEUILLET







 























Como no podía ser de otra manera,  porque toda mujer lleva dentro una rebelde indomable; algunas preferían desentenderse de las exigencias sociales haciendo oídos sordos a las tendencias dominantes de la moda  y optaban por vestir “artísticamente”.

Denominadas de “Bohemias” estas mujeres frecuentaban los círculos de vanguardia y se vestían con ropa de la Liberty o de la Omega Workshop de Londres,  de la Fortuny de Venecia  incluso hasta de la “Wiener Werkstätte”, una pequeña pero influente cooperativa de diseñadores y artistas vieneses, que pretendían mudar  el estilo de vestir.

Entres estos artistas se encontraba la pintora Sonia Delaunay pretendía unir el arte y la moda, expresando nuevas ideologías a través del diseño de la vestimenta, igual que las constructivistas rusas Liubov Papova y Varvara Stepanova.




















 
















Estas artistas formaban parte del movimiento que se dio durante los primeros veinte años del Siglo pasado, época en que los nuevos “ismos” comenzaban a aparecer en Europa, fauvismo, cubismo en París, secesionismo en Austria, expresionismo en Alemania, futurismo en Italia, constructivismo en Rusia; seguidos por el surrealismo y el modernismo.
Pintores, poetas, músicos, escritores y arquitectos vivían en un mundo llamado “Bohemia” que bien podría hallarse en París, en Bloomsbury, Montmartre o en Schwabing, donde la vestimenta era un símbolo de libertad que estaba más allá toda formalidad burguesa, de las restricciones físicas y sobre todo, era un símbolo de la intención de amalgamar todas las facetas del arte y el diseño, incluyendo la moda, al día a día, llamada “Gesamkunstwerk”, la obra de arte total.





VOGUE PARIS




LIUBOV POPOVA














LIUBOV POPOVA






VARVARA STEPANOVA







 




















El amante de la costura desde niño, Paul Poiret, contratado por Jacques Doucet  en 1898 y para la “maison Worth” en 1901, que debió abandonar luego de dos años por la excesiva modernidad de sus creaciones, abrió su Maison en París.  Pouriet se convirtió entonces en el primer “couturier” que transportó ese dinamismo social a su trabajo.
Simplificó la silueta y abandonó las construcciones elaboradas para centrarse en paletas de colores dramáticos, con estampados sumamente bellos y delicados.
Su colección de 1906, donde lanzó la moda directorio, recta y de talle alto, revolucionó el mundo de la moda. Luego la continuó con una tendencia orientalista, sacos largos, drapeados, estilo quimono, con estampados chinos, persas y japoneses, túnicas transparentes con dobladillos alambrados y terminaciones en franjas de piel con hilos dorados sobre pantalones “harem” de tejidos leves,  holgados y estrechos en los tobillos. Y fue el primer “couturier” en dejar las luces de sus escaparates encendidas durante toda la noche.



PAUL POIRET (1879-1944)









 










 






 


 La Inglesa Lady Duff Gordon, una de los supervivientes del hundimiento del Titanic, más conocida como Lady Lucile, también fue una gran estilista de mucho suceso, con sus delicados vestidos de nombres tales como : “el  murmullo de los labios insatisfechos” presentados por modelos esculturales. Sus diseños no eran tan osados como los de Pouriet aunque también tenían influencias artísticas, pero Lady Duff Gordon fue la primera diseñadora de moda en adquirir renombre internacional, además de crear la “mannequin parade”, precursora de los  desfiles de moda en París, Nueva York,  y Chicago.










 


















 










 




LADY DUFF GORDON (1863-1935)

Como podrán ver amigas, en este pequeño resumen de la introducción del libro: “100 Years of Fashion” de  Cally Blackman, una verdadera joya que nadie que ame la moda debería perderse, queda de manifiesto que el mundo del arte, el diseño, el color, el lenguaje corporal, la expresión ideológica y hasta política, se ha mezclado con la moda desde los comienzos de los tiempos y en distintas épocas a través de la historia.